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T A N G O

CONFESIONES DEL PRODUCTOR (MEMORIA)

Para empezar, quería destacar que la producción de “Un salón al aire libre” nos ha supuesto bastante trabajo, y el hecho de que lo hayamos ejecutado de buena gana sólo se entiende si existe una ilusión grande detrás. Mucho más grande que la de aprobar o suspender una práctica. Ésta es una ilusión que habría que alimentar mucho más en esta carrera. Ojalá hubiéramos podido repetir esta experiencia más veces durante estos cuatro años: habríamos terminado haciendo trabajos bastante buenos, y saldríamos al mundo laboral con un grado de confianza mucho mayor del que tenemos ahora.
Esta práctica empezó para mí hace mucho: allá por el verano de 2002, empecé a escribir esbozos de guiones para cortometrajes. Aún quedaba mucho para cuarto, pero quería tener alguna buena historia para elegir entonces. Sin embargo, la realidad me puso en mi sitio en septiembre de 2004, cuando vi que se acercaba la fecha de presentación de guiones y yo no tenía nada en limpio. Las dos o tres cosas que consideraba acabadas no me parecían factibles, y no las presenté. Así que me planté en la recta final sin demasiadas ideas claras.
Pero dos días antes de la fecha límite, conversando con un amigo, recordé un cuento de Raymond Carver, y, sin más ni más, redacté a mano una pequeña sinopsis que se basaba en esa historia. De ahí salió la primera versión de “Un salón al aire libre”. Luego se decidió que ése sería nuestro corto, y yo me animé a producirlo. Quería involucrarme en el proyecto del principio al fin, y hacer materialmente posible su creación. Además pretendía actuar como un productor creativo, aportando parte de mis fuerzas en la búsqueda de la mejor forma de contar la historia. A esto último no he podido llegar en varias ocasiones, porque la organización del rodaje –que se desbordó un poco al final- me tenía demasiado absorbido como para también preocuparme por los aspectos creativos.
Es lo único que lamento de esta experiencia: no poder haber aportado más desde el punto de vista creativo por culpa de temas de tipo material o administrativo. A fin de cuentas, yo tenía una vinculación especial con la historia, y siempre sentía que había asuntos –del story, de la interpretación, etc.- que merecían más atención por mi parte de la que en realidad podía prestar. La verdad, pienso que para ser guionista y productor a la vez hace falta más cabeza fría de la que yo tengo, y saber ejercer de cada cosa en su debido momento. En mi caso, la función de productor se ha comido a la de guionista. Supongo que ha sido porque son tantos los cabos que tiene que atar el productor que casi no puede dedicarle tiempo a la historia en sí. En ocasiones ésta situación me provocaba sensaciones contradictorias.
Aparte de la pequeña esquizofrenia en la que ha vivido estos meses, el resto de cosas que puedo decir sobre la práctica son positivas. Para empezar, he estado presente en todas las fases del proceso de creación de un corto, y eso es una experiencia impagable. Puedo valorar qué aspectos del proceso de producción me gustan más y cuáles menos, y tengo una idea más clara de lo que puede aportar cada fase a la obra. Además, el resultado final me parece que está bastante bien, y creo que puedo considerarme uno de los máximos responsables de que “Un salón al aire libre” sea un corto, como mínimo, digno. Personalmente, estoy bastante satisfecho de que ésta sea mi “ópera prima”.
No sé si el resto de compañeros tendrá o no esta misma sensación, pero creo que en general estamos contentos. Yo, por mi parte, siempre estaré dispuesto a meterme en otro proyecto parecido. Aunque me lo pensaré dos veces antes de ofrecerme como productor, pues me gustan más las funciones de director (para planificar la obra) o editor (el montaje me parece magia). Pero en fin, que ya se verá dónde, cómo y cuándo volvemos a las andadas.

1 comentario

zoe -

mi enhorabuena, acabo de asistir a un intensivo de cortos (festival de cine de gijón) y cada vez que veo los titulos de crédito simplemente alucino de la cantidad de gente que se necesita para contar una historia de apenas 10 minutos. A mi me va lo de escribir desde siempre tengo un par de "guiones" hay uno q me gusta especialmente pero cada vez que me planteo llevarlo a la práctica...uf!!! y eso que aquí en gijón hay cursos del ayuntamiento que te facilitan el tema y con el festival de cine hay un día para presentar cortos de autores asturianos, no se igual este año me animo, a ver. Mi enhorabuena, me queido con el título del corto igual lo veo algún festival